¿Qué es la Temperatura corporal?

La temperatura corporal es un indicativo vital que refleja el funcionamiento normal del cuerpo humano. En condiciones normales, esta varía entre los 36.5°C y 37.5°C. Sin embargo, puede fluctuar debido a varios factores como la actividad física, la hora del día, y la presencia de enfermedades. En los bebés y niños pequeños, la temperatura puede cambiar más rápidamente en respuesta a infecciones debido a su sistema inmunológico aún en desarrollo.

¿Cuándo es Adecuado Visitar al Médico?

Es importante visitar al médico o acudir a un servicio de urgencia si la fiebre en un niño es muy alta (por encima de 38.5°C) o si está acompañada de otros síntomas como letargo, irritabilidad extrema, dificultad para respirar, o si el niño parece estar mucho más enfermo. En adultos y especialmente en adultos mayores, una visita al médico es crucial si la fiebre supera los 38°C y se acompaña de síntomas como confusión, desorientación, dolor severo, dificultad respiratoria, o cualquier signo de deshidratación.

¿Por Qué Preocuparse por la Fiebre?

La fiebre es una respuesta natural del cuerpo a infecciones causadas por virus y bacterias, actuando como un mecanismo de defensa que ayuda a combatir la enfermedad. No obstante, una fiebre muy alta o prolongada puede ser señal de una infección grave o de otras condiciones médicas que requieren atención. Es especialmente importante en poblaciones vulnerables como niños pequeños, mujeres embarazadas y adultos mayores, ya que estos grupos pueden tener complicaciones serias con rapidez.

Medidas Prácticas Frente a la Fiebre

Medidas Físicas:

  • Baños de agua tibia: Ayudan a disminuir la fiebre sin causar los choques que provoca el agua fría.
  • Desvestir al paciente: Dejar al niño con una sola capa de ropa o, en el caso de bebés, solo en pañales.
  • Compresas húmedas: Aplicar en zonas como la inguinal, que ayudan a reducir la temperatura corporal.

Medidas Farmacológicas:

  • Medicamentos: Paracetamol e ibuprofeno son comunes. La elección entre uno u otro y la dosificación debe ser prescrita por un pediatra, basada en el peso y la condición del niño. Es crucial seguir las indicaciones y no alternar medicamentos sin aprobación médica.

Recomendaciones Generales:

  • Monitorización: Anotar cada pico de fiebre y los horarios de administración del medicamento.
  • Atención médica: Si los síntomas persisten o se agravan, o si aparecen nuevos síntomas, es esencial buscar atención médica de inmediato.
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